lunes, 12 de enero de 2015

PRÁCTICA DE AULA 4

PERCEPCIÓN, GESTIÓN Y COMUNICACIÓN DE RIESGOS AMBIENTALES

Los seres humanos del siglo XXI somos herederos de un planeta devastado, que se manifiesta en diversos problemas ambientales como: el cambio climático global, la deforestación, la desertificación, la pérdida de la biodiversidad y la pérdida de los mantos acuíferos. Problemas que profundizan la desigualdad entre los países más industrializados y los países dependientes. Tenemos que ser conscientes de la huella mundial que dejamos en nuestro planeta: “hoy la humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. La tierra necesita un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un año”.

Hoy en día, a pesar de una aparente preocupación por el medio ambiente, a las personas les es  difícil asumir compromisos. Thompson y Barton (1994) señalan que a pesar de nuestros valores a favor del medio ambiente, resulta difícil cambiar nuestras conductas, especialmente si implica sacrificio o incomodidades. He aquí pues la Hipótesis inconsistencia Actitud – Conducta, la cual aporta algunas razones para explicar por qué a la humanidad le cuesta asumir esos compromisos:
  • La creencia de que los sistemas naturales de la tierra son flexibles y no pueden ser alterados por la actividad humana.
  • La falta de evidencia directa de que el desarrollo se está convirtiendo en insostenible y que ello presenta una seria amenaza para el futuro de la humanidad (está cambiando…).
  • Negación de la responsabilidad individual en las consecuencias negativas de la actividad humana.
  • La ausencia de soporte social o cualquier otro tipo de sistema de refuerzo que motive la necesidad de cambios.
  • Excesiva información, contradictoria e incierta acerca de la naturaleza de las supuestas amenazas ecológicas y sociales y sobre la efectividad de las políticas y cambios conductuales para neutralizarlas. 

Deberíamos de tomarnos este problema en serio y empezar a mantener conductas  ecológicas responsable: acciones que intencionalmente buscan contribuir a la protección de los recursos naturales o, al menos, a la minimización del deterioro ambiental (Grob, 1990), haciendo uso de acciones colectivas organizadas, de utilizar conductas asociadas a la conservación de recursos y conductas relacionadas con la gestión y reciclaje de residuos. Por todo ello, el reto para el psicólogo ambiental en este campo consistiría en:
  • La dimensión comportamental como dimensión fundamental en las soluciones de los problemas ambientales sitúa a la Psicología Ambiental como disciplina clave.
  • Conducta Ecológica Responsable: Implica entender las consecuencias ambientales que conlleva la actividad humana y actuar en consecuencia.
  • Las estrategias de cambio conductual están condicionadas por el hecho de que las consecuencias y el refuerzo del comportamiento son inciertos y remotos.
  • Nuestro objeto de estudio es un conjunto amplio y complejo de conductas y con consecuencias muy diversas.

Por otra parte, también hay que tener presente el excesivo hacinamiento que sufrimos en la actualidad. El hacinamiento es un estado subjetivo provocado por la experiencia psicológica originada por la demanda de espacio por parte del sujeto y que excede de la disponible (Stokols, 1972). Con el aumento de personas, los recursos comienzan a agotarse  y el medio ambiente  se deteriora aún más. La supervivencia  del ser humano depende, en gran medida,  de la existencia de una homeostasis  general entre el hombre y su medio. El Modelo Psicosociológico de Equilibrio de Stokols (1972b), postula los siguientes principios:
  • El hacinamiento se debe a la percepción  de un control  insuficiente  sobre el ambiente.
  • El hacinamiento produce el deseo de aumentar el espacio físico y psicológico.
  • El hacinamiento será más intenso, persistente, y difícil  de resolver cuando  el sujeto no pueda incrementar el espacio  de que dispone  ni se valga de las habilidades  oportunas para minimizar  la amenaza a su seguridad.

Centrándonos más en esta práctica de aula, es primordial atender algunos puntos clave. En primer lugar mencionar que existen una serie de factores que influyen en la percepción de riesgos ambientales como pueden ser: riesgos voluntarios, atribución de culpa, familiaridad, conocimiento, medios de comunicación, memoria de eventos salientes, temor, controlabilidad, equidad, confianza, grupos vulnerables… Además, también nos encontramos con estrategias de afrontamiento individuales: emocionales (dirigidas al control de las emociones); cognitivas (negación, racionalización, aceptación); y conductuales (buscar información, buscar ayuda, tratar de influir en reducir el riesgo, evitación). Por último, no olvidemos mencionar efecto NIMBY (Not In My Back Yard), considerado como la reacción que se produce entre determinados ciudadanos que se organizan para enfrentarse a los riesgos que supone la instalación en su entorno inmediato de ciertas actividades o instalaciones que son percibidas como peligrosas o debido a sus externalidades, pero sin oponerse a las actividades en si mismas.

Ahora bien, en la práctica de aula debíamos de hacer una reflexión grupal acerca del cambio climático (¿Qué factores nos pueden hacer percibirlo como riesgo?¿Cuáles harían que no lo percibamos como tal? ¿Qué estrategias crees que usan las personas ante los riesgos que puede suponer el cambio climático?), y a cerca de las antenas de telefonía y teléfonos móviles (¿Qué factores nos pueden hacer percibirlas como riesgo? Si ante la posible colocación de una antena se produce el efecto NIMBY, ¿cómo mejorarías la aceptación del proyecto en función de las claves que proponen Pol et al.?). Nuestras conclusiones al respecto fueron las siguientes:

Cambio climático:  

Los factores que pueden favorecer la percepción de riesgo en los individuos son: 
  • La existencia de efectos a largo plazo debido a la incertidumbre. 
  • La ausencia de conocimiento.
  • La memoria de eventos salientes, como el terremoto de Haití de 2010.
  • El desacuerdo entre expertos, que genera desconfianza de la información. 
  • Temor a las posibles consecuencias. 
  • Transmisión de información por los medios de comunicación. 

Por otro lado, los posibles factores que pueden fomentar la no percepción de riesgo en los individuos: 
  • Confiar en las medidas que toman los departamentos de control del medio ambiente. 
  • Pensar que son riesgos voluntarios y que pueden solucionarse por medio de la movilización de sujetos, por lo que es necesaria una concienciación colectiva. 

En cuanto a las estrategias de afrontamiento individual, pensamos que las más adecuadas serían:
  • Emocionales: procurando controlar las emociones para evitar la aparición de la impotencia.
  • Cognitivas: negación (evitación del conflicto); racionalización (personas que consideran más importante el desarrollo de la sociedad que el mantenimiento del planeta); aceptación (activistas que buscan apoyo social para conseguir la reducción de las conductas que aumentan los riesgos ambientales). 
  • Conductuales: tratando de influir reduciendo el riesgo y a través de la búsqueda de información.

Antenas de telefonía y teléfonos móviles:

En este caso, los posibles principales factores que pueden favorecer la percepción de riesgo en los individuos serían:
  • Miedo a los efectos que puedan ser perjudiciales para la salud. 
  • Rechazo por ideología.
  • Medios de comunicación.
  • Desconfianza en la tecnología y en el mantenimiento de las instalaciones.

Si ante la posible colocación de una antena se produce el efecto NIMBY, mejoraría la aceptación del proyecto en función de las siguientes claves:

  • Aportar información objetiva y fiable sobre el riesgo, la preservación de los valores colectivos y la identidad de grupo.
  • Facilitar un debate abierto sobre las formas de gestión y soluciones factibles. De este modo se podría evitar el rechazo por razones ideológicas.
  • Proporcionar información equilibrada para grupos específicos para evitar la percepción de inquietud.
  • Asegurar la aplicación BTA y la renovación tecnológica continua. Compromiso en obtener sistemas de certificación ambiental homologados y prestigiosos. Comisiones participas de seguimiento y control. Todo esto ayudará transcendentalmente a evitar la aparición de la desconfianza en la tecnología  y en la capacidad de mantenimiento  de las instalaciones.
  • Administraciones de de canales de participación real y efectiva en las decisiones.
  • Trabajar sobre la vertebración social y los valores ambientales compartidos.
  • Incrementar la cooperación y la cohesión  del grupo reactante. A la larga puede facilitar la negociación.
  • Información y participación por target  groups. Cuantos más agentes sociales entienden la necesidad, menos efecto NIMBY.



BIBLIOGRAFÍA 
  • Amérigo, M., & Aragonés, J. I. (Coordinadores); (2010). Factores físicos medioambientales (págs. 78-88). Madrid: Pirámide. 
  • Amérigo, M., & Aragonés, J. I. (Coordinadores); (2010). Hacinamiento (págs. 148-161). Madrid: Pirámide.
  • Vozmediano, L.; (2014). Apuntes Psicología Ambiental (tema 4).Donostia, Universidad País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea.
  • Vozmediano, L.; (2014). Apuntes Psicología Ambiental (tema 5).Donostia, Universidad País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea.

PÁGINAS WEB CONSULTADAS 
  • http://www.osakidetza.euskadi.net/r85-cksalu10/es/contenidos/informacion/sanidad_ambiental/es_1249/adjuntos/incineracion/incineracion.pdf
  • http://www.redalyc.org/pdf/311/31121072004.pdf


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